domingo, 25 de agosto de 2013

“Los doce pasos”




“Los doce pasos”

Estos son los llamados “Doce pasos de Alcohólicos Anónimos”

  1. Admitimos que éramos incapaces de afrontar solos el alcoholismo y que nuestra vida se había vuelto ingobernable.

Jeremías 17:7: Bendito es el hombre que confía en el SEÑOR, cuya confianza es el SEÑOR.

1-Reyes 11:38: "Y sucederá que si escuchas todo lo que te ordeno y andas en mis caminos, y haces lo recto delante de mis ojos, guardando mis estatutos y mis mandamientos, como hizo David mi siervo, entonces estaré contigo y te edificaré una casa perdurable como la que edifiqué a David, y yo te entregaré Israel,
Filipenses 4:13: Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.

  1. Llegamos a creer que un ser superior a nosotros podría devolvernos el sano juicio.

Hechos 16:31:  Ellos dijeron:  cree en el Señor Jesucristo,  y serás salvo,  tú y tu casa.

Salmos 28:7: El SEÑOR es mi fuerza y mi escudo; en El confía mi corazón, y soy socorrido; por tanto, mi corazón se regocija, y le daré gracias con mi cántico.

  1. Resolvimos confiar nuestra voluntad y nuestra vida al cuidado de Dios.

1-Pedro 5:7: “echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros”.

Hebreos 10:7  Entonces dije:  He aquí que vengo,  oh Dios,  para  hacer tu voluntad….

Marcos 9:23  Jesús le dijo: "¿Cómo si tú puedes?" Todas las cosas son posibles para el que cree.

  1. Sin temor, hicimos un sincero y minucioso examen de conciencia.

Lucas 15:7  Os digo que de la misma manera, habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento

Hechos 20:21: testificando solemnemente, tanto a judíos como a griegos, del arrepentimiento  para con Dios y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.

  1. Admitimos ante Dios, ante nosotros mismos y ante otro ser humano, la naturaleza exacta de nuestras faltas.

1-Crónicas 28:9:  En cuanto a ti, Salomón, hijo mío, reconoce al Dios de tu padre, y sírvele de todo corazón y con ánimo dispuesto; porque el SEÑOR escudriña todos los corazones, y entiende todo intento de los pensamientos. Si le buscas, El te dejará encontrarle; pero si le abandonas, El te rechazará para siempre.

  1. Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminase todos los defectos de carácter.

Oseas 14:2:  Tomad con vosotros palabras, y volveos al Señor. Decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos  bondadosamente, para que podamos presentar el fruto de nuestros labios.

  1. Humildemente pedimos a Dios que nos librase de nuestras culpas.

Isaías 37:20:  Y ahora, Señor, Dios nuestro, líbranos de su mano para que todos los reinos de la tierra sepan que sólo tú, oh Señor, eres Dios.

Salmos 79:9  Ayúdanos oh Dios de nuestra salvación, por la gloria de tu nombre; líbranos y perdona nuestros pecados por amor de tu nombre.

  1. Hicimos una lista de todas las personas a quienes habíamos perjudicado y, estuvimos dispuestos a reparar el mal que les ocasionamos.

2-Corintios 7:12  Así que, aunque os escribí, no fue por causa del que ofendió, ni por causa del ofendido, sino para que vuestra solicitud por nosotros se manifestara a vosotros delante de Dios.

Job 34:31:  Porque ¿ha dicho alguno a Dios: "He sufrido castigo, ya   no ofenderé más;

  1. Reparamos directamente el mal causado a esas personas cuando nos fue posible, excepto en los casos en que el hacerlo les hubiese infligido más daño, o perjudicado a un tercero.

Daniel 9:9:  Al Señor nuestro Dios pertenece la compasión y el perdón, porque nos hemos rebelado contra El,

Efesios 1:7-8: En Él tenemos redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados según las riquezas de su gracia (8)  que ha hecho abundar para con nosotros. En toda sabiduría y discernimiento.

  1.  Proseguimos con nuestro examen  de conciencia admitiendo espontáneamente nuestras faltas al momento de reconocerlas.

1-Pedro 5:6  Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte a su debido tiempo,

1-Juan 1:9  Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad.

  1.  Mediante la oración y la meditación tratamos de mejorar nuestro contacto consciente con Dios y le pedimos tan solo la capacidad para reconocer su voluntad y las fuerzas para cumplirlas.

Salmos 143:10: Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; tu buen Espíritu me guíe a tierra firme.

Isaías 40:31: pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; se remontarán con alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.

  1.  Habiendo logrado un despertar espiritual, como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a otras personas, y practicar estos principios en todas nuestras acciones.

Deuteronomio 28:58: Si no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta ley que están escritas en este libro, temiendo este nombre glorioso y temible, el SEÑOR tu Dios,

Filipenses 2:13  porque Dios es quien obra en vosotros tanto el querer como el hacer, para su beneplácito.

CONCLUSIONES:

Como podemos observar y entender, los llamados “Doce pasos de Alcohólicos Anónimos”, están estrechamente relacionados  y, sin lugar a dudas, dependen únicamente de Dios. Los doce pasos son solamente el principio, la punta del iceberg, el inicio de todo un proceso de restauración que debe mantenerse a través de la búsqueda constante de Dios, sumergidos en el río de agua de vida que es la Palabra de Dios (Isaías 49:9-10; Juan 7:38), para evitar que esos espíritus inmundos  regresen con 7 peores (Mateo 12:45).  Por lo tanto, nadie puede atribuirse la autoría de tal proceso ni de establecer límites para la restauración de una persona, puesto que está basado en sabiduría de Dios y no en sabiduría humana.

Los resultados de tal proceso pueden funcionar temporalmente pero pueden perder su efectividad en cualquier momento, si la persona no busca tener un encuentro personal con Dios nuestro Señor, a fin de lograr un verdadero cambio y transformación en su estilo de vida. Esto quiere decir que debemos morir a nosotros mismos cada día, (Romanos 6:6-8) para tener un nuevo nacimiento espiritual (2-Corintios 5:17; Juan 3:4-7); invitar al Señor Jesucristo a que entre a nuestro corazón a gobernar nuestra vida (Romanos 10:8-11); Buscar a Dios en todo momento para no dar más lugar al diablo a que destruya nuestra vida (Isaías 55:6-7); Perseverar en oración (Hechos 13:43; Romanos 12:10-12); y sin dejar de congregarse (Hebreos 10:24-26). Es cuestión de decisión y de FE.

Se condena toda práctica de adivinación, magia o hechicería, espiritismo, etc., que tenga que ver con demonios y/o espíritus inmundos. El señorío de Dios es absoluto sobre las realidades creadas. (Levítico 20:27; Deuteronomio 18:9-13; Ezequiel 13:22-23).

No es lo mismo hablar de algo que se desconoce;  a la experiencia de vivirlo, de estar presente, viendo, sintiendo.

En el Nuevo Testamento encontramos la mejor forma de hablar de demonios: en relación con la misión del cristiano. El Mesías es aquel que ha venido a luchar y a vencer a las potencias malignas que afligen al hombre (explícitamente en 1 Juan 3:9-24) y a establecer, por el contrario, un dominio positivo en favor totalmente del hombre: EL REINO DE DIOS.

Por tanto, Cristo combate a los demonios, los echa del hombre, y ellos le temen y lo atacan en los miembros de su comunidad: pero en vano, ya que ninguna potencia puede oponerse a la llegada del Reino de Dios.