sábado, 26 de enero de 2013

ESCUCHAR:



Representa algo más que oír; es oír poniendo atención con interés y con intenciones de comprender y asimilar lo que se está oyendo. Cuando escuchamos con atención, se nos facilita el entendimiento y por consiguiente retenemos y aprendemos lo que estamos oyendo. Esto es así en todas las áreas de nuestra vida.
  Eclesiastés 12:9: 9Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo; e hizo escuchar, e hizo escudriñar, y compuso muchos proverbios.
Además, escuchar está muy relacionado con  obediencia, según el diccionario Vine:
1.- acouo = (griego 191) oir, Se traduce «escuchar». En Marcos 6:20, Herodes le tenía temor a Juan. 20porque Herodes temía a Juan, sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana.

2.- hupakouo = (griego 5219) escuchar, con la idea de silencio, o atención. Véase OBEDECER. = escuchar, dar oído y, así, someterse, obedecer.  Ejemplos:
Hechos 12:13-14. 13Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, 14la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta.
Lo principal es la obediencia a Dios:  Hebreos 5:7-9: “7Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente. 8Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia; 9y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna salvación para todos los que le obedecen; 10y fue declarado por Dios sumo sacerdote según el orden de Melquisedec”.;
Hebreos 11:8:8Por la fe ABRAHAM, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba.”
 A Cristo, por parte de los elementos naturales Mateo 8:27:Y los hombres se maravillaron, diciendo: ¿Qué hombre es éste, que aun los vientos y el mar le obedecen?”
De los discípulos a Cristo: Lucas 17:65Dijeron los apóstoles al Señor: Auméntanos la fe. 6Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería”.

3.- prosecho = (griego 4337) aferrarse a,  significa dirigirse a, dirigir la propia atención a; de ahí, escuchar. Se traduce con el verbo escuchar en Hechos 8:4-13: 4Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio. 5Entonces FELIPE, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6Y la gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía FELIPE, oyendo y viendo las señales que hacía. 7Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados; 8así que había gran gozo en aquella ciudad”.
«escuchaba atentamente»: 1 Timoteo 4:1:1Pero el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios”.
«escuchando»: Con el mismo sentido, se traduce «oían atentamente» Hechos 8:10-11: 9Pero había un hombre llamado SIMÓN, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. 10A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. 11Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo. 12Pero cuando creyeron a FELIPE, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.”
 «le estaban atentos»; Hechos 16:14:14Entonces una mujer llamada LIDIA, vendedora de púrpura, de la ciudad de Tiatira, que adoraba a Dios, estaba oyendo; y el Señor abrió el corazón de ella para que estuviese atenta a lo que PABLO decía”.
«que atendamos»;
 No descuidemos nuestra salvación:  Hebreos 2:11Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos 2Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda transgresión y desobediencia recibió justa retribución, 3¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron,”.

Los ejemplos anteriores nos enseñan que si escuchamos u oímos atentamente, obedeciendo, y siendo este paso, uno de los primeros en el proceso de nuestro caminar, indudablemente, a partir de este momento, todo lo que viene después, se nos facilita. Por lo tanto, este paso debe ser considerado como uno de los más importantes para seguir en pos de Cristo Jesús hasta que logremos los objetivos que nos hemos trazado...
La buena administración de las finanzas en el hogar, dependen mucho de nuestra disposición a escuchar y obedecer, atentamente, las enseñanzas que para el efecto se reciben de una manera u otra y, desde luego, a ponerlas en práctica, para evitarnos los problemas serios que la mala administración de los recursos provoca en la pareja...



jueves, 24 de enero de 2013

OÍR - ESCUCHAR:



Existe diferencia entre oír y escuchar. Cuando alguien solamente oye la Palabra, difícilmente la retiene, talvez no la entienda, o lo más probable es que el enemigo (El diablo) se encargue de que la olvide pronto. Pero cuando uno escucha la Palabra, pone atención, la recibe, la entiende, lo más probable es que el mensaje o la Palabra se retenga en la mente y en el corazón.

No obstante, hay que tomar muy en cuenta que por el oír viene la fe; Romanos 10:17: “17Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.

Según el diccionario de la Biblia, oír significa lo siguiente:



1.- ous (griego 3775)  Oído, Órgano físico.

Si permanecemos en calidad de barro, sin ser  moldeados por el alfarero, nuestro oído lo utilizamos sin ningún sentido, solo para percibir sonidos, sin poner atención y sin llegar a comprender ni retener  lo que nos están diciendo, aunque sea algo que nos edifique.

Por ejemplo:  el propósito de las parábolas según Mateo 13:10-17:”. . .13Por eso les hablo por parábolas: porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. . .”

También se utiliza como cuando uno no quiere escuchar. Ejemplos: Esteban en Hechos 7:5757Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él”.

Así mismo, nos convertimos en oidores olvidadizos y no hacedores eficaces como dice Santiago 1:22: 22Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.”


2.-  bareos: pesadamente, ser lentos en comprender y obedecer. Ejemplos:


Cuando olvidaron llevar el pan a la barca y solo uno tenían, Marcos 8:14-18. 14Habían olvidado de traer pan, y no tenían sino un pan consigo en la barca. 15Y él les mandó, diciendo: Mirad, guardaos de la levadura de los fariseos, y de la levadura de Herodes. 16Y discutían entre sí, diciendo: Es porque no trajimos pan. 17Y entendiéndolo Jesús, les dijo: ¿Qué discutís, porque no tenéis pan? ¿No entendéis ni comprendéis? ¿Aún tenéis endurecido vuestro corazón? 18¿Teniendo ojos no veis, y teniendo oídos no oís? ¿Y no recordáis?.


Jesús anuncia su muerte: Lucas 9:44-45Y maravillándose todos de todas las cosas que hacía, dijo a sus discípulos: 44Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres. 45Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre esas palabras.”


En este caso, se hace referencia a la palabra oír, como ejemplo, talvez negativo; como una comparación en cuanto a que  a veces no queremos saber nada de Dios ni de Cristo Jesús; y menos, aceptar la ayuda de Dios, o talvez no queremos involucrarnos ni comprometernos en nada que se relacione con el servicio a Dios, pero de alguna manera, al oír con cierta frecuencia la Palabra de Dios, la semilla queda sembrada y gradualmente vamos entendiéndola y si perseveramos, logramos realizar cambios en nuestra vida. En algunos casos, sí oímos y sí entendemos, dependiendo de nuestro interés en las cosas de Dios.