Del
hebreo NATSAJ (5329) «guardar, dirigir, supervisar, responsabilizarse».
activar».
episkopeo (Griego:
G1983) lit.:
mirar sobre (epi), se traduce «mirad bien» (Hebreos_12:15, teniendo epi, probablemente, un sentido intensivo en
este pasaje); en 1Pedro_5:2, ejercer supervisión, visitar, cuidarse de,
«cuidando»; el término no implica la entrada en esta responsabilidad, sino su
cumplimiento. No se trata de la asunción de una posición, sino del cumplimiento
de los deberes. (véase OBISPADO). (Diccionario Vine NT)
o
Cantares 1:6 “No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos
de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña,
que era mía, no guardé”.
En
algunos casos, no nos preocupamos por cuidar nuestra propia viña, o sea nuestro
propio hogar, nuestro propio negocio o empresa, que es nuestra responsabilidad.
Parte de nuestra responsabilidad en el hogar es la de supervisar e inspeccionar periódicamente que
todo se realice con base en la planificación; que los resultados que se vayan
obteniendo, sean de acuerdo a la ejecución del presupuesto; que sean correctos y satisfactorios. Cualquier
diferencia que se detecte entre lo presupuestado y lo real, debe ser usada como
retro alimentación para realizar los ajustes que sean necesarios.
o
Isaías 48:17: “Así ha dicho Jehová, Redentor tuyo, el Santo de Israel: «Yo soy
Jehová, Dios tuyo, que te enseña para tu provecho, que te encamina por el
camino que debes seguir.
El nombre
de Yanhamu tiene forma semítica, y una de sus
funciones fue la supervisión de la provisión de cereales para los súbditos
sirios del faraón durante un período de escasez.
Los
edificios grandes se planifican y se construyen bajo la supervisión directa de
un perito arquitecto (griego arjitektoµn; 1 Corintios 3.10).
El arquitecto principal controlaba el progreso
del edificio empleando una “plomada”, o sea una cuerda con un peso de plomo o
latón (Amos 7.7–8), o de piedra (Zacarías 4.10), o cualquier objeto pesado (2 Reyes
21.13), para comprobar la verticalidad de las estructuras. Esto constituía
símbolo de la prueba de la verdad (Isaías 28.17). La metáfora de la
construcción se usa con frecuencia, porque Dios como edificador establece la
nación (Salmos 69.35), la casa de David (Salmos 89.4) y su ciudad de Jerusalén
(Salmos147.2)…
Ser mayordomo cuidadoso de las riquezas del mundo,
nace de una actitud hacia el dinero, propia de un creyente consagrado.
El dinero es un instrumento para ser utilizado, no un
dios para ser servido.
Nuestras motivaciones a la hora de adquirir y usar el
dinero son los factores determinantes.