sábado, 31 de marzo de 2012

AMISTAD, COMPROMISO Y MATRIMONIO

El concepto de amistad, compromiso y matrimonio, es el ideal para una pareja y, forma parte de la doctrina cristiana, a través del cual, se puede observar que el noviazgo no forma parte de este proceso. Para que este proceso se cumpla como debe ser, se necesita que la pareja, tanto el hombre como la mujer, hayan sido debidamente instruidos y educados de acuerdo con esos principios, tanto en el hogar como en la Iglesia.
A decir verdad, son pocos los casos que cumplen a cabalidad con este concepto; aun siendo cristianos, ya que en la mayoría de casos, sí se practica el noviazgo, puesto que en la actualidad, la juventud está muy influenciada y contaminada con los sistemas del mundo.
La primera etapa de una relación sentimental, la AMISTAD, es la etapa durante la cual puede surgir el enamoramiento; en donde se puede ver el lado agradable de la pareja.
Pero, conforme pasa el tiempo, en algunos casos, se van descubriendo otros aspectos más profundos, como el temperamento, el carácter (violento?; amargado?; celoso?; absorbente?), las malas costumbres, los valores y defectos; factores muy importantes a ser evaluados por la pareja, antes de tomar la decisión de formalizar el COMPROMISO y, antes de que sea muy tarde. Algunos de estos se pueden corregir, o tolerar, pero, hay otros que definitivamente no es posible cambiar y, eso, puede hacer la diferencia.
Entonces surge la duda: ¿se aceptan…se toleran…o se rechazan?; para lo cual es aconsejable pedir sabiduría a Dios, a fin de tomar la decisión correcta, antes de llegar al MATRIMONIO.
Aunque se diga que uno no se casa con la familia, a la larga, en algunos casos, SÍ afecta considerablemente; por eso es vital e importante conocer más a fondo y mas de cerca a las familias antes de formalizar una relación, puesto que es en estos casos en donde se van descubriendo los defectos, fallas y, posibles problemas emocionales, talvez muy delicados y complicados, talvez difíciles de compartir en determinados momentos, como puede ser la agresividad, la violencia, mal carácter, diferencias económico/sociales y/o diferente nivel académico; actitudes que pueden representar una amenaza para la integridad personal y la estabilidad de la pareja, lo cual puede permanecer oculto por parte del pretendiente, mientras logra sus objetivos.
Por tal motivo, es además, muy importante durante la etapa de AMISTAD, ser realista, poner los pies sobre la tierra, antes de tomar una decisión equivocada, que más adelante pudiera ser motivo de arrepentimiento; lo mejor es proceder con sabiduría de Dios, alejarse y desistir de relaciones no convenientes.
Hay quienes argumentan que el amor todo lo perdona, que no lleva cuentas de nada, pero el amor real implica muchas cosas, como sentirse bien, libre de agresiones u ofensas al estar con la pareja o que las costumbres y actitudes no afecten ni perjudiquen la convivencia ni la paz que debe reinar en todo hogar.
LO QUE NO ME GUSTA DE TI: (Revista Vía Libre de Prensa Libre de marzo 27/2009).
Es común escuchar: me gusta muchísimo y nos llevamos muy bien, pero tiene un defecto que me hace sentir muy mal y no me atrevo a decírselo.
La importancia de descubrir y hablar sobre las carencias de ambos es primordial para que la pareja sea estable.
Callar, negar, aceptar, disimular o tratar de obviar lo que no agrada, crea resentimientos e insatisfacciones que tarde o temprano estallan y provocan problemas. 
El pecador, sea hombre o mujer, se pone al servicio de la doblez, con su cortejo de engaños y artimañas (Proverbios 4:24-26). Los labios pueden ocultar tras un rostro placentero la maldad íntima: «Barniz sobre vasija de barro son los labios lisonjeros con corazón malvado» (Proverbios 26:23). Los labios pueden llegar hasta expresar una doblez que afecte el diálogo con el mismo Dios: «Este pueblo me honra con sus labios, pero su corazón está lejos de mí» (Mateo 15:8). También se nos habla, por oposición, de aquel cuyos labios son siempre sinceros y justos (Salmos17:1). Pero para poder guardar los labios así de toda palabra embustera o lisonjera (Salmos 34:14) será necesario que Dios mismo los instruya (Proverbios 22:17), es preciso que estén colgados de los labios de Dios con la obediencia y la fidelidad (Salmos17:4). «Pon, Señor, guarda a mi boca y vela a la puerta de mis labios» (Salmos 141:3-4).

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