viernes, 26 de abril de 2013

LAS DEUDAS

TIEMPOS DE CAMBIO – MAYORDOMIA FIEL
LAS DEUDAS
Cuando se habla de deudas, probablemente, en lo primero que se piensa es en dinero; pero es necesario e importante saber cual es el significado y el alcance de esta expresión. Entre algunas de sus acepciones podemos encontrar las siguientes:
· Obligación que uno tiene de pagar, satisfacer o reintegrar a otro una cosa, por lo general, dinero; falta, culpa u ofensa; el deber conyugal; del pecado como deuda, por cuanto exige expiación y por ello pago mediante castigo.
Un deudor, uno que tiene una obligación, un compromiso, un ofensor, un delincuente, un trasgresor moral y espiritual.
· De aquellos que todavía no han rectificado lo que tienen pendiente con aquellas personas a las que han dañado.
El concepto de deuda proviene de esta secuencia: nosotros estamos moral y espiritualmente obligados a vivir una vida libre de violaciones de los mandamientos de Dios; al fallar en nuestra conducta nos convertimos en transgresores, y deudores a la justicia divina.
Una persona puede estar solvente económicamente, pero con una gran deuda moral y espiritual, principalmente hacia Dios; si su corazón está lleno de maldad, de ofensas, de amargura, falta de cumplimiento de promesas o falta de perdón.
Eclesiastés 5:4-6: “Cuando a Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes. 5Mejor es que no prometas, y no que prometas y no cumplas. 6No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?”
En el modelo de oración, que el Señor propuso a los suyos, dice literalmente: «Perdónanos nuestras deudas como también nosotros perdonamos a nuestros deudores» (Mateo 6.12). No se refiere únicamente a dinero; incluye además, cualquier trasgresión moral o espiritual.
Romanos 13:8-10: “No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la Ley, 9porque: «No adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás», y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». 10El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor”.
NUESTRA ESPERANZA – CRISTO JESUS
Jesucristo derramó vida divina en su sangre como pago de la deuda por los pecados de la humanidad y por la restauración de la paz del pacto

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