TIEMPOS DE CAMBIO –
MAYORDOMIA FIEL
LAS DEUDAS
Cuando se habla de deudas, probablemente,
en lo primero que se piensa es en dinero; pero es necesario e importante saber
cual es el significado y el alcance de
esta expresión. Entre algunas de sus acepciones
podemos encontrar las siguientes:
·
Obligación que uno tiene de pagar, satisfacer o
reintegrar a otro una cosa, por lo
general, dinero; falta, culpa u ofensa; el deber conyugal; del
pecado como deuda, por cuanto exige expiación y por ello pago mediante castigo.
·
Un deudor, uno que tiene una obligación, un
compromiso, un ofensor, un delincuente, un trasgresor moral y espiritual.
·
De aquellos que todavía no han rectificado lo que
tienen pendiente con aquellas personas a las que han dañado.
El concepto de deuda proviene de
esta secuencia: nosotros estamos moral y espiritualmente obligados a
vivir una vida libre de violaciones de los mandamientos de Dios; al fallar en
nuestra conducta nos convertimos en transgresores, y deudores a la justicia divina.
Una persona puede estar solvente
económicamente, pero con una gran deuda moral y espiritual,
principalmente hacia Dios; si su corazón
está lleno de maldad, de ofensas, de amargura, falta de cumplimiento de
promesas o falta de perdón.
Eclesiastés
5:4-6: “Cuando a
Dios haces promesa, no tardes en cumplirla; porque él no se complace en los
insensatos. Cumple lo que prometes. 5Mejor es que no
prometas, y no que prometas y no cumplas. 6No dejes que tu boca te
haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que
Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?”
En el modelo de oración, que el
Señor propuso a los suyos, dice literalmente: «Perdónanos nuestras deudas como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores» (Mateo 6.12). No se refiere
únicamente a dinero; incluye además, cualquier trasgresión moral o espiritual.
Romanos 13:8-10: “No debáis a nadie nada, sino el
amaros unos a otros, pues el que ama al prójimo ha cumplido la Ley , 9porque: «No
adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no
codiciarás», y cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se resume: «Amarás
a tu prójimo como a ti mismo». 10El amor no hace mal al prójimo; así
que el cumplimiento de la Ley
es el amor”.
NUESTRA ESPERANZA – CRISTO JESUS
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