No establecemos nuestra
relación con Dios por iniciativa propia, ni según nuestras estipulaciones, sino
por la iniciativa y la gracia de Dios.
"Un pacto es un símbolo de la gracia que
Dios sitúa entre sí mismo, que es
quien la ofrece, y el hombre, que es quien la recibe".
"Lo propio de Dios es dar y lo propio del hombre es
recibir."
Después de citar a
Génesis 2,24 («por eso el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su
mujer y serán los dos “una sola carne”, Pablo añade en Efesios 5:32:
«Éste es un gran misterio; lo digo en relación con Cristo y con la Iglesia »).
Dejará: Cambio total
de prioridades por parte de quien contrae matrimonio.
Y se unirá: encierra
la idea de pasión amorosa y a la vez permanencia. PARA SIEMPRE…
Una sola carne: supone
cierto número de implicaciones, que incluyen:
1. la unión
sexual,… la concepción de los hijos,…la intimidad espiritual y emocional, y
- el
mostrarse el mismo respeto que se guarda a los padres o parientes
cercanos.
Es grande el misterio
porque es importante y sublime la realidad a la que se refiere: la unión del
hombre y de la mujer, querida por Dios creador: es figura de la unión de Cristo
con la Iglesia.
Éste es el profundo
significado que hay que reconocer a las palabras de la Escritura , y aquí está
la razón de la sumisión y del respeto que la mujer debe al marido; del amor
y de la entrega total del marido a la mujer, de la grandeza del matrimonio
y de los deberes que impone.
El amor de Cristo a la Iglesia se ha convertido
en punto de referencia obligado y consagrado de la comunidad conyugal:
En
las buenas y en las malas…En la salud y en la enfermedad…
Hasta
que la muerte nos separe…Lo que Dios juntó, no lo separe el hombre. . .
Así que no son ya más
dos, sino una sola carne…(Mateo 19:4-6).
Dos
personas se unen para vivir en la más estrecha e íntima relación, con gustos,
hábitos, sentimientos, deseos, tendencias y aspiraciones diametralmente
opuestos.
No
tienen nada en común, de modo que todo movimiento que haga cualquiera de ellos,
de seguro molestará al otro. Esta relación puede producir alejamiento,
enfriamiento y desavenencias en la pareja, si EL AMOR, LA RESPONSABILIDAD y
principlamente EL TEMOR DE DIOS, no forman parte de la visión de este
matrimonio.
Mateo 19:6: “Por
consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha
unido, ningún hombre lo separe”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario