domingo, 20 de mayo de 2012

EL YUGO DESIGUAL



Antes de iniciar una relación sentimental, es aconsejable que la pareja, tanto el hombre como la mujer, practiquen, por lo menos, el concepto de AMISTAD, que es la etapa en que los dos pueden llegar a conocerse mas a fondo, conocer a las familias, a manera de poder establecer si existe: compatibilidad; unidad en la forma de pensar y de sentir; mismo estilo de vida; misma cultura;  mismo credo espiritual; pues de lo contrario, si alguno de los dos tiene diferentes creencias y costumbres, lo más probable es que de llegarse al matrimonio, existan problemas serios en cuanto a una correcta consolidación y adaptación a una vida conyugal aceptable y agradable ante los ojos de Dios.

Comprenderse y respetarse en sus creencias espirituales  mutuamente, puede contribuir fuertemente en la pareja a llevar una vida en paz, en unidad, en armonía; o de lo contrario, es mejor reflexionar seriamente y no continuar con la relación, antes de llegar al matrimonio.

No es aconsejable que uno de los dos presione u obligue al otro a involucrarse en sus creencias espirituales, para evitar, mas adelante, enfrentamientos,  resentimientos e insatisfacciones personales; pero, sí es necesario que el creyente ore para que Dios tome el control de su situación.

Las creencias espirituales, cristianas, llevan consigo toda una doctrina que determina un estilo de vida, de acuerdo con principios de Dios… Cuando en una pareja se presentan distintas creencias, puede ser que éstas perjudiquen la convivencia, por tratarse de un yugo desigual:

2 Corintios 6:14-17:  “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? 15¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? 16¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, Y seré su Dios, Y ellos serán mi pueblo. 17Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré.

En todo caso, lo más recomendable es que la persona busque su pareja con creencias espirituales similares, para que los dos puedan madurar y sentirse bien. De esta forma, los dos crecerán espiritualmente, sin perder su estilo de vida, ni su misma MISIÓN Y VISION. Aún así, la etapa de amistad es vital para que cada quien evalúe si la relación es conveniente o no, puesto que el hecho de decir que es cristiano, no es una garantía de que el matrimonio será conducido correctamente.

Nada podría ser más deplorable que la condición de alguien que descubre, cuando ya es demasiado tarde, que se ha unido de por vida a una persona con la cual no puede tener un solo pensamiento o sentimiento en común.

No hay comentarios:

Publicar un comentario