INVIRTIENDO EN EDUCACION Y CAPACITACION

Invertir en educación, en capacitación, en proyectos para la vejez, es una de las mejores decisiones que puedan tomarse en la vida. Si estudiamos y nos capacitamos, es para aprender; para poner en práctica, no para memorizar.

“EN EDUCACION NO EXISTE PUNTO DE SATURACION”

APRENDER, ESTUDIAR:

manthano:  denota: (a) aprender (similar a mathetes, discípulo), aumentar el conocimiento, o crecer en conocimiento, b) llegar a saber, (c) aprender por uso y práctica, adquirir el hábito de,  estar acostumbrado a (Filipenses 4.11).  (Dic. Vine)…

En los primeros períodos, el lugar de aprendizaje fue exclusivamente el hogar, y los padres eran los tutores; la enseñanza en el hogar continuó representando un papel importante durante todo el período bíblico. Cuando surgió la sinagoga, esta se convirtió en el lugar de instrucción.

Simón ben-Setah determinó, alrededor del 75 antes de la era cristiana, que la educación elemental debía ser obligatoria. Josué ben-Gamala mejoró la organización existente, designando maestros en todas las provincias y ciudades, un siglo después. Aparte de esto no es fácil fechar los adelantos.

2 Timoteo 3:17: “a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,  enteramente preparado  para toda buena obra.”

De ser posible, el dinero que se recibe a través del Bono 14, el Aguinaldo (bono navideño), o cualquier otro ingreso adicional al salario; según el país en que se vive, representa una buena oportunidad para tratar de invertirlo, ya sea en bienes raíces o en cualquier otro bien que sea susceptible de adquirir plusvalía; en metales, como el ORO y la PLATA, cuyo pecio aumenta con más frecuencia, por la fuerte demanda que en la actualidad está teniendo de parte de ciertos países poderosos como CHINA.

Puede ser también en educación y/o capacitación. Puede ser también invertir para estar preparados para la vejez.

No hay que perder de vista, que el hecho de preocuparnos por ahorrar, por invertir, no quiere decir que no nos preocupemos por disfrutar o tener momentos de solaz y esparcimiento, para evitar caer en amor a la riqueza. Desde luego, toda diversión, todo momento dedicado a disfrutar la vida con la familia, forma parte de la vida en abundancia que Dios nos prometió; debe hacerse en forma planificada y presupuestada, para no caer en derroches innecesarios:

Eclesiastés 5:19 “Asimismo, a todo hombre a quien Dios da bienes y riquezas, le da también facultad para que coma de ellas, tome su parte y goce de su trabajo. Esto es don de Dios”.

1 Timoteo 6:17: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos.

Eclesiastés 6:1-2: Hay un mal que he visto debajo del cielo, y muy común entre los hombres: ²El del hombre a quien Dios da riquezas y bienes y honra, y nada le falta de todo lo que su alma desea; pero Dios no le da facultad de disfrutar de ello, sino que lo disfrutan los extraños. Esto es vanidad, y mal doloroso.