jueves, 12 de abril de 2012

LA DEPRESIÓN

En el Antiguo Testamento Saúl constituye un ejemplo sobresaliente de posesión no buscada.

El espíritu lo abandona, y “le atormentaba un espíritu malo de parte de Jehová” (1-SAMUEL 16.14; 19.9). Con toda justicia podríamos interpretar esto diciendo que si una persona se ha abierto en forma poderosa al Espíritu Santo en sentido carismático, la desobediencia puede ocasionar la entrada en su vida de un espíritu malo permitido por Dios.

Por otro lado, podríamos decir simplemente que “malo” no reviste aquí connotación moral, sino que significa DEPRESIÓN. El espíritu “malo” es ahuyentado por la música de David: ya que normalmente, cuando se tocaba algún instrumento, se acompañaba con canto, es probable que hayan sido los salmos cantados por David los que ahuyentaban al espíritu.

El Nuevo Testamento registra muchos casos de posesión demoníaca. Daría la impresión de que Satanás reunió sus fuerzas de una manera especial para desafiar a Cristo y a sus seguidores.

Los relatos en los evangelios demuestran que Cristo hacía una distinción entre las enfermedades comunes y aquellas que acompañaban a la posesión demoníaca. Las primeras eran curadas colocando las manos sobre el enfermo, o por ungimiento, las otras ordenando al demonio que saliera del poseído (Mateo 10.8; también Hechos 8.7).

Aparentemente la posesión no era siempre continua, pero cuando se producía, sus efectos eran a menudo violentos (Marcos 9.18-23). La ceguera y la mudez, cuando eran causadas por una posesión demoníaca, presumiblemente eran persistentes (por ejemplo Mt. 9.32–33; 12.22).

El demonio puede producir ceguera o mudez histéricas, o síntomas de otras enfermedades, tales como la epilepsia.

La Biblia no vincula la epilepsia con la posesión demoníaca, y aun la descripción de los ataques del muchacho poseído de Mateo 17.14s; Marcos 9.14-15; Lucas 9.37-38, parece indicar algo más que mera epilepsia. Se desconoce todavía la naturaleza de la epilepsia, pero puede ser provocada artificialmente en personas aparentemente normales.

Quienes estudian las perturbaciones de la personalidad saben que muchas veces es imposible explicar cómo se originan. No estamos afirmando que todas, ni aun la mayoría, de las perturbaciones psíquicas son consecuencia de posesión demoníaca, pero algunas pueden serlo.

En mi opinión, desde la DESOBEDIENCIA de ADAN y EVA, que dio origen al pecado y a todas las enfermedades que en la actualidad existen; el concepto, las consecuencias o el origen de cualquier tipo de enfermedad, o perturbaciones de la personalidad, siguen siendo el mismo: LA DESOBEDIENCIA… CONSECUENCIAS DE LA OBEDIENCIA: UN CORAZÓN SANO: En una persona,…En una Pareja,…En un hogar,…En una familia…En una sociedad, HARÁ QUE UN PAIS (o persona) SEA SANO

No hay comentarios:

Publicar un comentario